viernes, 18 de abril de 2008

Turbación


No se horrorizó ante la cara de espanto de su hermano. Sólo lo echó en falta a la mañana siguiente y todos los días desde entonces, porque no fue él quien se despertó en medio de la noche con la certeza de unos pasos que se aproximaban.
© Luis Torregrosa López, 2007.


2 comentarios:

Isa Segura B. dijo...

Inquietante, y con mucha fuerza.
Un buen corto, sí señor.
Un abrazo.

Luis Torregrosa dijo...

Gracias Isa. La imagen de no despertar al lado de alguien que durmió a tu lado, y no volver a saber siempre me inquieto.