viernes, 4 de abril de 2008

Teoría de la relatividad



De los dos hombres que están sentados en el banco del parque, sólo uno pretende conocer su destino, y las arrugas lo van revistiendo, transfigurándolo ante nuestra mirada sorprendida, perfilando con nitidez la imagen inconfundible de un anciano decrépito. El otro se ha levantado y se dispone a subir al columpio.

© Luis Torregrosa López, 2005.

4 comentarios:

César Rodríguez de Sepúlveda dijo...

Magnífico relato. Subamos al columpio, que es hora. Al de este blog en el que nos deleitas con tus creaciones, por ejemplo. Un abrazo, Luis.

Luis Torregrosa dijo...

Gran escritor y mejor persona, amigo rupert. Un abrazo.

Isa Segura B. dijo...

¡Bravo! Este me ha encantado por su fuerza, en todos los sentidos: imágenes, desenlace, ritmo.
Me alegra ver que sigues con tu musa.

Luis Torregrosa dijo...

La musa me ampara si me pongo a escribir con tesón; en caso contrario me mira con desapego y dice, ¡trabaja!. Gracias Isa.