jueves, 23 de septiembre de 2010

Federico (Lorca) al borde del abismo


© Copyright Imgen Diario El País, 23 de septiembre de 2010
La maleta perdida de Robert Capa en México está dando alegrías a los incondicionales de la fotografía. En ella se encuentran negativos suyos, de su compañera, Gerda Taro y de David Seymour, ese fotografo que quiso ser Capa y casi, casi lo consigue. En la imagen una de las piezas rescatadas, inconfundibe, Federico García Lorca, dos meses antes de su muerte fotografiado por Seymour. Es la imagen más próxima a la ejecución del poeta que se conserva. Nunca Lorca fue tan Federico a secas como en esta imagen limpia, de un conversador de elegancia granadina. Tiene la mirada a la izquierda de su interocutor, a media altura, reflexivo mientras habla. Es junio de 1936 y luce impecable. Federico ni siquiera imaginaba la tragedia que se avecinaba en ese verano sobre [él/todos]. Me gustaría hablar con su más excelente biógrafo, Ian Gibson, sobre esta imagen, me gustaría haberle visto la cara cuando esta mañana se hacía púbica la fotografía.

Me quedo con el transparente hombrecillo

que come los huevos de la golondrina.

Me quedo con el niño desnudo

que pisotean los borrachos de Brooklyn,

con las criaturas mudas que pasan bajo los arcos.

Con el arroyo de venas ansioso de abrir sus manecitas.

[El poeta llega a la Habana, de Poeta en Nueva York]



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1 comentario:

Isabel Barceló Chico dijo...

También a mí me ha impresionado y conmovido esta fotografía cuando la he visto esta mañana en El País. Está tan vivo y carnal, tan ajeno aún al futuro inmediato, que la belleza se carga también de dramatismo. Un abrazo, querido amigo.