sábado, 8 de agosto de 2009

Hechizo de Luna

Dibujos de Galileo sobre las fases de la Luna. (Dominio Público.)


Recorrí el sendero que lleva al borde del valle. La noche clara permitió mi primera salida en solitario, curioseando.

Desde la altura contemplé el paisaje. Permanecí algún tiempo apreciando el silencio, escudriñando en las sombras, olfateando el aire fresco. No me di cuenta hasta más tarde que mi madre me había seguido. Estaba unos pasos atrás.

- ¿Qué haces?-, dijo.
- Veo los riscos y los árboles centenarios salpicados entre las rocas; observo al búho que, de rama en rama, busca la presa; sigo con la vista las volutas de humo gris que salen de aquella cabaña, y me tiene atrapado el brillo ondulado de la Luna allí, al fondo, sobre la superficie del río.-, contesté.
- ¿Y qué sientes?.-, prosiguió ella.-
No lo sé. Algo dentro de mí me obliga a mirar la Luna, a temerla y a quererla.-, respondí.
- Pues haz como yo, hijo mío: aúlla.

© Luis G. Torregrosa López, 2001.


1 comentario:

Libros Gratis dijo...

Dulce y apasionante relato, resulta increíble las cosas que puede llegar a trasmitir la luna.


Saludos,