Era un perro falso, un impostor. Hasta los ladridos sonaban fanfarrones. Y los mordiscos desgarraban en vez de apresar. Era todo exceso y nada en él era creíble. Estuvimos a punto de llevarlo al veterinario para que lo sacrificara. Por fortuna, dejó la broma a un lado y confesó que jugaba a imitarnos.
© Luis Torregrosa López, 2004.
9 comentarios:
Qu� bueno y cu�nta raz�n tiene el texto, sobre las maneras de algunos personajes!!...
La imagen que le acompa�a, me gusta mucho!!
Un abrazo.
Bueno, Luis....
maravillada me quedé al venir y leer textos tan buenos...
¿a quién tengo que agradecer el conocerte?
A mis link vas!
Directo!
Qué delicia...éste, el de Lolita, el del sueño (siempre he pensado que dormir es morir un poco...será por eso que casi no duermo!!!)...quiero venir a leer todos!
Gracias por pasarte!
De verdad.
Nos seguimos hablando/leyendo
Abrazo desde Madrid
¡Genial! me has tenido intrigada hasta la última palabra para sonsacarme una sonrisa.
Saludos y graciaspor la sonrisa.
Sin embargo me pareció dura, pero cuando la digerí por segunda vez, no me costó darte la razón… hasta cierto limite claro!... saludos
Montse, somos nuestro peor ejemplo. Un abrazo.
Hola Lena. Ya sabes que se dice el pecado pero no el pecador. Gracias por la visita.
Isa, como la vida misma. Un abrazo.
Nany, eso es la ficción, aunque somos tan ampliamente superados por el mundo real que da miedo. Un abrazo.
Muy bueno, y el mensaje que dejas es genial jeje
Saludos
Mara Torres Página no oficial (Labana blog)
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