Notarán que hoy no habla el soñador, sino su otra alma, la enamoradiza y fracasada. Tomen nota de sus palabras: verraco, herida, colillas, harapos, mierda. Tomen, tomen nota de ellas y de su ritmo poderoso y reflexionen unos instantes, pero con cierta premura, no sea que el autor regrese a los brazos de su amada y termine por estropear el texto con candilejas y puestas de sol.
© Luis Torregrosa López, 2008.
8 comentarios:
Esta entrada me ha hecho sonreir y pensar y volver a sonreir. Verdaderamente, el amor hace polvo la poesía...
Saludos cordiales.
Afilada pluma la de este poeta, quizá se le secó la tinta a la vez que el corazón...
Sutil ironía para una sonrisa final.
Un abrazo.
Fabuloso!!!!!!! Solo pasé a saludar y he disfrutado mucho de tu espacio.
Un abrazo
Yeli
JAJAJAJA!
me encanta tu sentido del humor!
Lo he leído tres o cuatro veces y me arranca las mismas risas de la primera vez!
jajaja
(Gracias...tus palabras me hacen sentir un poco menos desastre...)
Palabras con dardo acerado...
Jope...
bueno, pues aprovecharemos el momento y quizas cuando regrese a los brazos de su amada el texto no sea tan bueno, pero seguro que algo bueno habra!!
Besos :-)
Gracias por darme la oportunidad de conocerte.
Me ha gustado pasar por aquí.
Te he enlazado en mi blog "Así me lo contaron"
http://asimelocontaron.blogspot.com/
Tiene mejor visión que el de poesía.
Espero visitarte pronto.
Un saludo
¿Es? En fin, creo que las mejores obras literarias se han escrito bajo el desamor. Gracias a todos.
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